Más hielo que Acqua

El lunes fuimos al restaurante Acquarello, respondiendo al aviso de que el “campeón mundial de sommeliers”, Luca Gardini, estaría presente esta semana. Y en la invitación decía  claramente que el plus de su presencia era que podía asesorarnos y recomendarnos el mejor maridaje.
Sonaba absolutamente tentador, así es que no pudimos resistirnos.
En honor a su presencia, se ofertaba un menú especial de trufa, pero éste sólo se serviría de martes a jueves.

Como no podíamos ir en esos días, llamamos y preguntamos si el sommeliere Gardini estaría presente el lunes y si podía atendernos. Nos dijeron que sí. Así pues, llegamos y solicitamos expresamente que él nos explicara lo que probábamos y el por qué de ese maridaje.

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Ivoire, de botana

Lo mejor en la cena en el restaurante Ivoire, en Polanco, fueron las botanas, y dentro de estas, las mini hamburguesas. Llegamos a este lugar tras una peripecia un lunes festivo, luego de encontrar cerrados varios restaurantes, incluso en los grandes hoteles, que normalmente abren ese día de la semana. Nos gustó el estilo provenzal rústico que invitaba a entrar en una noche fría.

Decidimos comenzar unas Aceitunas marinadas ($90) que son, por esencia, el complemento perfecto de un buen trago. En este caso el trago era vino, del que ya nos ocuparemos después. Estaban bien preparadas y se notaba que eran frescas. No pudimos comer sólo una y no creemos que tuvieran ajinomoto, como las Sabritas.

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Prime House, la tentación de la carne

Lo mejor en Prime House Altavista es, definitivamente, la carne. Ya sea que pidan un corte gigante para compartir o, como Gerardo, uno pequeño: el Petit New York de 225 g. ($350), que venía con un tuétano. Muy sabroso, no hay nada más que decir. Lo acompañó con una papa al horno ($95).

Y es que el Prime House, llámese el de Altavista o el de Santa Fe, no es barato. Pero vale su precio en gramos. Aunque tiene sus excepciones, porque en otras ocasiones los pescados y mariscos han sido de primera. Esta vez el pescado nos falló.

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Savannah, bonito y plano

Llegamos al Savannah que no fue tanto como ir al África, pero que para quienes estamos acostumbrados a movernos por zonas más céntricas, nos queda un tanto excéntrico. La verdad es que cuando fuimos a cenar un martes ya algo tarde, pensamos que eso iba a estar más vació que la feria un domingo por la noche, pero no, nos sorprendió gratamente ver que había bastante gente y un cierto ambiente en ese extremo lejano y rico de la ciudad.

Gerardo llegó muerto de hambre, así que ni tardo ni perezoso, pidió la Empanada de carne ($64) que estaba sabrosa porque la carne venía mezclada con aceitunas y pasas. Le supo a gloria, acompañada de salsa chimichurri.

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Farina, muy a gusto

Cenamos muy a gusto en Farina, una pizzería de la chef Paola Garduño, ubicada en Las Lomas de Chapultepec. Es un lugar informal con un ambiente muy agradable, y que pese a estar casi completamente abierto a la calle, se tiene una sensación acogedora lograda entre otras cosas por la tenue luz del lugar.

Llegamos ya tarde, así que nos ahorramos la espera a que se desocupara una mesa en el local, que es pequeño y no acepta reservaciones. Acorde con las dimensiones del lugar, la oferta de la carta no es muy amplia. Así, entre las opciones que presentaba elegimos para empezar las Olivas gaeta y sicilian curadas en casa ($42). Venían acompañadas de dos rebanadas de pan tostado, media cabeza de ajos rostizados, un trozo de limón amarillo y una humeante ramita de romero. Nos gustaron más las negras, pero en realidad ambas variedades estaban buenas.

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Bar Tomate, bar trendy

El Bar Tomate, situado en los altos de la tienda Louis Vuitton en Polanco, es posiblemente el lugar más ‘trendy’ al que hemos acudido en los últimos tiempos. Hombres y mujeres parecían salidos de un escaparate de una exclusiva tienda de la avenida Presidente Masaryck. Tanto, que mientras esperábamos a que nos dieran mesa en el bar llegó un grupo de chicas que, por un minuto, pensamos eran las del programa Top Model México.

Ya en la mesa, y para abrir boca, pedimos para compartir un Jamón ibérico con pan tomate ($520). El pan estaba bien crujiente y la untada de tomate bien sazonada. La verdad es que el pan rebasaba en gracia al jamón del que hemos comido mejores, pero en conjunto estaban bien.

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